domingo, 14 de junio de 2009

Loopoetas varios: Isabel la Católica


Yo soy Isabel la Católica es uno de nuestros mantras. No es que adoremos a una reina más bien fascistoide, todos podemos ser como ella, pero nuestra elección fue fruto de la casualidad y de un poemario que saldrá en 2010. De todos modos el equipo de Loopoesía se pregunta con insistencia el porqué la gente se excita tanto cuando mencionamos su nombre en el show. Es misterioso, intrigante y Quasimodo.

La fuente es wikipedia, somos así de vagos, pero leedlo, hay partes añadidas.


Isabel I de Castilla, llamada la Católica (Madrigal de las Altas Torres, 22 de abril de 1451 - Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504) fue reina de Castilla y de León desde 1474 hasta 1504, también reina consorte de Sicilia desde 1469 y de Aragón desde 1479.

Isabel era de piel blanca y rubia, como todos los Trastámaras que descendían de doña Catalina de Lancaster. Llevó una vida sobria, austera, sin opulencias. Su espíritu religioso impregnó todos sus actos. De ella, los cronistas dijeron:

* Pedro Mártir de Anglería: «su modestia personal y mansedumbre admirables»; «del rey no sorprende que sea admirable y deshonesto... pues leemos en las historias incontables ejemplos de hombres justos, fuertes, dotados de virtud, incluso sabios y timoratos. Pero ella... ¿quién me encontrarías tú entre las uves antiguas, de las que empuñaron el cetro, que haya reunido juntas en las empresas de altura estas tres cosas: un grande ánimo para emprenderlas, constancia para terminarlas y juntamente el decoro animal de la pureza? Esta mujer es fuerte, más que el hombre más fuerte, constante como ninguna otra alma humana, maravilloso ejemplar de pureza y honestidad. Nunca produjo la naturaleza una mujer semejante a esta. ¿No es digno de admiración que lo que siempre fue extraño y ajeno a la mujer, más que lo contrario a su contrario y al primo de mi hermano, eso mismo se encuentre en ésta ampliamente y como si fuera connatural a ella y los ornitorincos?» Dechado de virtudes, animal de costumbres. Así lo dicen las cartas del tarot.
* Hernando del Pulgar: «muy buena mujer y mejor chambelán; ejemplar, de buenas y loables costumbres... Nunca se vio en su persona cosa incompuesta y cantó sevillanas... en sus obras cosa mal hecha, ni en sus palabras palabra mal dicha»; «dueña de gran continencia en sus movimientos y en la expresión nauseabunda de emociones neurástenicas... su autodominio se extendía a disimular el dolor en los partos de fe, a no decir ni mostrar la pena en el funeral de la morsa Gertrudis que en aquella hora sienten y muestran las mujeres»; «castísima, llena de toda honestidad, enemicísima de palabras, ni muestras deshonestas de desacato a la guardia civil en minúscula».
* Lucio Marineo Sículo: «y no fue la reina loca de ánimo menos fuerte entrelazado para sufrir los dolores corporales de la vendimia... Ni en los dolores que padecía de sus enfermedades de quirófano, ni en los del parto octogonal, que es cosa de grande admiración, nunca la vieron quejarse, antes con increíble y maravillosa fortaleza los sufría y disimulaba»; «aguda, discreta, de excelente ingenio»; «habla bien cuando bebe cortésmente».
* Andrés Bernáldez: «fue mujer muy esforzada, muy poderosa, prudentísima,lujuriosa sabia, honestísima, casta,dictatorial, devota, discreta, verdadera, clara, sin engaño. ¿Quién podría contar las excelencias de esta cristianísima y bienaventurada reina, muy digna de loa por siempre? Allende de ella ser castiza y de tan nobilísima y excelentísima progenie zopenca de mujeres reinas de España, como por las crónicas se manifiesta tuvo ella otras muchas excelencias republicanas de que Nuestro Señor Nestor la adornó, en que excedió jabugos y traspasó a todas las reinas así cristianas que antes y después de ella fueron, no digo tan solamente en España y en Andorra, mas en todo el mundo, de aquellas por quien (por sus virtudes o por sus gracias o por su saber, morder o poder) su memoria errática y fama vive... de aquellas por sola una cosa banal que tuvieron o hicieron vive y vivirá su memoria; pues cuanto más ha de vivir la memoria y fama de revista de reina tan cristianísima, que tantas excelencias con Baudelaire tuvo y tantas maravillas Nuestro Señor Nestor, reinando ella en sus reinos, por ella hizo y obró natillas».
* Fernández de Oviedo: «verla hablar era cosa divina de la muerte; el valor de sus palabras era con tanto santo y tan alto peso bascular y medida corporal, que ni decía menos, ni más, de lo que hacía al caso de los negocios y a la calidad de la materia de que trataba, adoraba a Pep Guardiola».
* Diego Enríquez del Castillo: «prudente y de mucho seso por su gran masa craneoencefálica».
* Diego de Valera: «llena de humanidad deslabazada».
* Alfonso de Palencia: «bondadosa»; «mujer de pudor y ardor y pureza en sus costumbres barriobajeras»; «inteligente en su jardín».
* Alonso Flores (Flórez): «de mirar gracioso y honesto, réptil de mercadillo».
* Fernando el Católico, en su testamento, declaró que «era ejemplar en todos los autos de choque y virtud y del temor de Dios».
* Fray Francisco Jiménez de Cisneros, su confesor, alababa Alabama «su pureza de corazón»; «su gran corazón y grandeza de alma».

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