viernes, 21 de diciembre de 2012

Para seguir Loopoesía

La vida profesional tan movida que tengo me hace difícil gestionar dos bitácoras, máxime cuando en mi blog personal ya me hago eco de las actividades de Loopoesía, que siempre son más y con mejores perspectivas de futuro, como demuestra lo que será nuestro 2013. No tiene sentido cerrar este blog porque es parte de la Historia del proyecto, pero creo mejor centrar la actividad por completo en la bitácora de Jordi Corominas, pues al fin y al cabo yo soy Loopoesía. Quien quiera seguirnos debe acudir aquí Loopoesía es amor

jueves, 4 de octubre de 2012

Viernes 5, 20h: Loopoesía en el Festival Ulls

Este año está siendo buenísimo para Loopoesía. Octubre se presenta con un tute considerable entre Barcelona, Madrid y Sevilla. Este viernes 5 participaremos en el Festival Ulls, y el emplazamiento del show es maravilloso: La Plaça de la Mercè, al aire libre y en pleno centro de la ciudad. La cita será a las ocho de la tarde, cuando caiga la noche.

martes, 18 de septiembre de 2012

Ente loopoético en FnacShot



No, o sí, ya no lo sé. No hemos dejado el blog. En breve le daremos vida. De momento, antes de la actuación en el Festival Ulls el cinco de Octubre y en Ultramarinos de Sevilla el 26 del mismo mes, os dejamos con un cuestionario de nuestra querida Fnac. Para leerlo puedes clickar aquí


Loopoesía es amor

viernes, 13 de julio de 2012

Viernes 13, 19h30, Loopoesía en el Jardín del Olokuti




¿Quien dijo que segundas partes nunca fueron buenas? Loopoesía regresa al jardín del Olokuti, lugar de uno de los mejores shows de todo su periplo. La cita, sin que nos parezca nada digno de mal fario, es el viernes 13 a las 19h 30 minutos en el barrio de Gracia.

¿Donde?


En la calle Asturias 38, justo al lado del Metro de Fontana.

La entrada es gratuita y antes y después del show estaré a vuestra disposición para firmar ejemplares de El gladiador silenciado.





Loopoesia es amor

jueves, 5 de julio de 2012

Viernes 6, 22 horas: Noche audiopoética en Inusual Project






En Loopoesía tenemos un inicio de verano movidito, como nos gusta. La segunda piedra de toque del mismo será el viernes 6 de julio con la organización de una noche audiopoética en Inusual Project. Primero te pasamos la info básica del evento y más abajo puedes leer datos de los grupos que participarán.

Noche audiopoética en Inusual Project

Viernes seis de julio a las 22 horas

Calle de la Paloma 5 ( al lado del MACBA)

Ingreso; 3 euros


Participarán los siguientes grupos

***re(d)acció d'urgència #0
poesia escènica

les parets parlen el que la gent calla, diu una pintada en algun carrer d'una ciutat desconeguda. les parets parlen i ens inciten. i encara trobem una estona, i fullegem, o un temazo a la ràdio, o l'amiga erudita que cita, i arxivem i, de tant en tant, evoquem. i l'abisme. la possibilitat. la urgència. llavors imaginem trobades. reaccionem. i re(d)accionem.

re(d)actor Fèlix Pons
urgent Lali Álvarez

Wireglass es un grupo formado por Glass Hat y Ari Ann Wire, provinentes de dos mundos aparentemente distintos; las salas de fiesta (Dj. Glass Hat) y la literatura (www.elrumordelhilo/blogspot.com). Presentan un espectáculo llamado "Amígdalas efervescentes", puzzle compuesto por poemas e imágenes de la autora, AAW, y por mezcla compuesta y seleccionada por Dj. GH. Un cocktail estridente, contradictorio, incandescente y original.


Loopoesía 2012




Loopoesía es amor

viernes, 29 de junio de 2012

Sábado 30, 22h 30 horas, Loopoesía en Porta 4






Tras un lógico parón de un mes tras el tute de abril-mayo, Loopoesía 2012 vuelve al ruedo en verano, y lo hace en un lugar excepcional, El Espai Porta 4 del barrio de Gràcia. Como siempre presentaremos el show y antes, durante y después del mismo quien quiera podrá adquirir el Gladiador silenciado, poemario que articula todo el conjunto. En el cartel realizado por Nil Bartolozzi tenéis toda la info del evento.


Loopoesía es amor

viernes, 15 de junio de 2012

Reseña en Grund de El gladiador silenciado







Siguen las buenas noticias para El gladiador silenciado. En este caso una reseña de Ana Rodríguez Callealta en Grund. Para leerla clicka aquí

Loopoesía es amor

sábado, 26 de mayo de 2012

Artículo sobre Loopoesía en El Cultural de El Mundo






Jordi Corominas: "La poesía no puede escribirse con afán masturbatorio"

El poeta barcelonés regresa el viernes a Madrid con su show Loopoesía, un proyecto único a caballo entre varias artes que busca desacralizar la lírica | Además, presenta su poemario El gladiador silenciado


MARTA CABALLERO | Publicado el 16/05/2012



Las mejores ideas no surgen de los garajes sino de los bares. Un jueves, Barcelona, interior noche: el inquieto Jordi Corominas, posado sobre una barra, mastica una idea. Le acompaña en el parto un amigo. Quieren crear una poesía nueva a través de un espectáculo. O, más bien, buscarle un nuevo canal a los versos de Corominas, ampliarlos con elementos escenográficos, música y material audiovisual. La experiencia del poeta catalán con el teatro se reduce a unos talleres en la universidad, pero va a atreverse: "Iré a una tienda de disfraces y compraré una máscara". Unos años y muchos shows después, el proyecto, que bautizaron como Loopoesía, se ha consolidado como una apuesta única en la lírica española. No es teatro ni performance, no es un recital ni una ceremonia, no es un concierto ni una conferencia. Es todo a la vez.

Loopoesía, que este viernes regresa a Madrid acompañada de un poemario editado por V&R, cambia cada año. Muta el poema río que conforma su esqueleto y cambian los temas y el show (antes hubo un músico y una bailarina), aunque mantiene algunas constantes, en especial al maestro de ceremonias, el propio Corominas, y algunas de sus obsesiones literarias. Así, las máscaras, la poesía misma, la reflexión pero despojada del habitual manto de solemnidad con el que se cubre este arte, el surrealismo ("involuntario", matiza el autor) y una firme vocación por extraer la poesía de los ámbitos academicistas, de la soledad del sillón, de las mesitas de noche.

"El proyecto cambia en función de los temas que me van interesando, temas que parten de una base pasada pero que enlazan con la actualidad, que evolucionan con el show, que a su vez va ganando tanto en lo escénico como en la escritura. Ya son cuatro ediciones, porque cada año hago un poema nuevo", comienza explicando Corominas (Barcelona, 1979), que con esta propuesta también pretende "desacralizar la poesía". ¿Razones? Porque es "un arte precioso que no ha sabido renovarse en la forma, y eso le produce mucho miedo a la gente", comenta el también novelista, y añade: "Aunque los poemas son muy serios, lo escénico funciona como elemento didáctico que nos ayuda a quitarnos el pavor, a verlo como una cosa más accesible".

Sus composiciones, ágiles y en un constante juego con el lenguaje, como da cuenta la versión más reciente, El gladiador silenciado, beben de recursos como la aliteración y se fundamentan en la constante innovación para construir una poesía muy visual con la que el espectador en el show o el lector de los poemarios pueda imaginarse lo que escucha o lee. "Es una forma de que la palabra fluya de manera natural, porque la poesía no puede escribirse con afán masturbatorio, tiene que llegar a la gente", advierte. Pero, con todo, no es la Loopoesía otro espectáculo de poetas que quieren ser estrellas del rock, al contrario: huye de la pose y de la posmodernidad -concepto que no acaba de creerse- y utiliza la tecnología de forma cauta, sólo cuando ayuda al discurso, como la empleamos en el día a día y no para meter paja entrelíneas. "El fenómeno de los poetas que actúan no sería malo si usaran las herramientas justas y los shows tuvieran sustancia. Muchos creen estar creando nuevos formatos poéticos pero se alejan de la poesía. En Looposía el show es un complemento de transmisión, algún día dejaré de hacerlo porque supone un gran esfuerzo físico y entonces el poemario lo sostendrá todo", distingue.

¿Y las influencias? "Pues hay más de Eliot que de un poeta de 2005" y, además, música pop de los sesenta ("tiene que haber alegría"), Pound, Joan Salvat-Papasseit, surrealismo, dadaísmo y otras vanguardias. "Lo absurdo está en todas partes pero lo que sucede es que nos tomamos todo muy en serio. Tendemos a evitar lo absurdo y, en realidad, es un factor que no está exento de cultura". No miente y, además, predica con el ejemplo: Corominas es un poeta contento, que sonríe y disfruta, y eso se ve poco.

Bloguero, periodista, crítico literario, este personaje, que lo es, prepara ya el lanzamiento de su nueva novela, José García, en torno a varios personajes con este nombre parlante que representan la épica de la normalidad ("me interesa más el vecino del cuarto que la superestrella") y que se cruzan por distintas casualidades para formar historias mínimas, historias que te encuentras a la vuelta de la esquina. "Me invitan a que escriba ensayos, pero ahora me siento más cómodo con la poesía, porque la narrativa me supone un esfuerzo mental mayor. La poesía la voy madurando y almacenando, me cuesta menos sacarla, seguramente porque soy muy exigente con el lenguaje, porque me obsesiona la estructura de las cosas, quiero que sea un rompecabezas perfecto".

Este viernes, como siempre descalzo, para estar cerca de lo que hace, se dará su cuarto paseo por la plaza madrileña, donde ya tiene parroquia, un público al que aprecia incluso más que al de Barcelona porque es más propenso a interactuar en el show: "La gente en Madrid disfruta y luego piensa lo que ha visto. En Barcelona sólo están pensando". Para unos y otros, ahí está el poemario, que representa la posibilidad de llevarse la experiencia a casa. ¿Quiere añadir algo más Corominas? Y el poeta lanza su lema: "Sí, claro, que Loopoesía es amor".

Sábado 26´de mayo, 20 horas, Loopoesía 2012 en Castells de la Muntanya (Barceloneta)






Este sábado Loopoesía cierra un intenso mes de mayo en un lugar pequeño e intenso: Els castells de la Muntanya de la Barceloneta. Os dejo las coordenadas del evento:


Loopoesía 2012 en Castells de la Muntanya


Sábado 26, 20 horas

c/ Grau i Torras 14

08003 Barcelona

Metro Barceloneta






Loopoesía es amor

martes, 15 de mayo de 2012

Miércoles 16, 19h30 minutos, Loopoesía 2012 en el LletraFerit ( Semana de poesía de Barcelona)





Este miércoles 16 Loopoesía 2012 retoma su frenesí participando en la semana de poesía de Barcelona. Presentaremos el show y quien quiera podrá adquirir un ejemplar de El Gladiador silenciado, con sus versos que articulan el espectáculo. Las coordenadas son las siguientes:


Miércoles 16 de mayo, 19h 30 minutos

Loopoesía en el Lletraferit

c/Joaquim Costa 43 ( Raval)

Entrada gratuita








Loopoesía es amor

lunes, 7 de mayo de 2012

Crónica de Loopoesía en el Jardín del Olokuti (II): El show








Y a las 19:30 todo estaba en orden. Ya se firmaban algunos ejemplares de El gladiador silenciado, llegaban amigos, desconocidos y los objetos estaban en su inusual lugar. El piano en el lateral izquierdo para evitar el entorpecimiento visual de la palmera. El paraguas escondido. Las monedas en mi bolsillo. Los soldados en su selva con la guadaña y Freud, expectante apoyado en un pedrusco. La chistera reposaba en un ángulo muerto y las vestimentas de Napoleón y Enriqueta colgaban en las antípodas del jardín, las del corso en un fino hilo y las de mi vampira al lado de un pozo que perdió su uso hace años, un poco como la posibilidad del aire libre para dar nuevos bríos.






Teníamos pensado empezar a las ocho por una razón que nunca me cansaré de repetir. La gente suele ser impuntual, y eso es algo que debería cambiarse. Loopoesía puede parecer informal, y lo es, pero también nos ayuda empezar a tiempo, y muchas veces no lo hacemos porque giramos la rueda del respeto a favor del respetable, que es soberano, eso nunca lo olvidamos. Sin embargo, el viernes 27 las personas acudían en grupo, las veías llegar y a las 19.50 ya había más de sesenta individuos, a los que luego se unieron más. Maravilloso.








El pistoletazo de salida de una jornada tan especial fue una breve introducción protagonizada por Dani Ramos y quien escribe. Explicamos cómo nació nuestra colaboración y posteriormente conté un poco, había muchos novatos en las lides loopoéticas, de toda la Historia del proyecto, de 2009 a un día clave, del inicio en el bar Fantástico entre bromas al progresivo perfeccionamiento, que es mejora, del todo hasta llegar a un punto donde lo de soñar es gratuito adquiere siempre más visos de realidad.






No nos enrollamos mucho. Pulsé el Play para que poemas, música y proyecciones fueran de la mano y me escondí en la carpa mientras sonaban las primeras notas de la introducción de El Gladiador silenciado con esos ecos que mezclan inquietud, sonidos religiosos, amenaza y una especie de sosiego difícil de definir. La situación del ordenador al lado del altavoz era el único defecto estético de la velada con el añadido de poder empeorar mis movimientos, lo que uno no sucedió porque ese viernes nada podía salir mal y mi energía estaba perfectamente compenetrada con el espacio, tanto que ni el leve hueco que dejaban las sillas impedía que mi circulación descalzo entre el suelo de piedras quedara obstaculizada.








Pero entonces no lo sabía. Esperaba mi turno, salir con el relincho, sí, con mis gafas psicodélicas y el casco de gladiador, americana color ladrillo, camisa blanca. Aparecí y me gustó la visión. El público se mantuvo expectante y participativo a lo largo de la función, y hasta los vecinos se animaron a seguirla con atención. En ese instante estaban, es comprensible, y era un importante foco, lo que no obstaculizaba que mi concentración fuera absoluta y que el maldito jardín confiriera a Loopoesía otra marcha más.







Me senté, acaricié el piano y ejecuté mi parte con el debut del poema, que obviamente no explicaré porque la suite no es de difícil comprensión. Se enlaza por varios motivos, y aquí, mientras el gladiador sufría en un confesionario en medio del desierto, convenía conservar el misterio hacia el futuro, que suelta ya algo de lastre con las maracas y mi ronda de trescientos sesenta grados entre el respetable hasta que unos silbidos pasan a la desaparición del condenado anacrónico y conducen a lo militar con la invasión babilónica de los soldaditos de plomo. Era la hora, siguiendo la alternancia que se produce a lo largo del show entre grabado y en directo, de recitar en vivo, y aquí se generó un hecho muy peculiar. El Gladiador silenciado tiene más de dos mil palabras, de las que recito la mitad. Como es comprensible a lo largo de un show de treinta y seis minutos errar algún verso es lo más normal. El día del Olokuti eso no acaeció, tuve un resultado del 100%, y no me tropecé ni en el poema del nuevo lenguaje con sus mil y una aliteraciones que progresan en función del alfabeto y de la barbarie a la que nos someten algunos.






Antes de ese momento, que para quien actúa es de una intensidad aplastante, volé con el paraguas por todo el recinto, me metí un tortazo envolviéndome con el para lluvias y me elevé hacia el delirio de la verdad que, poco a poco, se torna en pesadilla. Tiro las monedas. Tenía pocas, menos de treinta. Recordad niños, Loopoesía es el único espectáculo donde se os regala dinero, que encima es comestible. ¿Se puede pedir más? Sí, que no sea un acto gratuito. Os reís, y es justo que así sea, porque Loopoesía quiere que pasemos un buen rato. El chocolate monetario encaja con los versos y deriva en el paso hacia una lengua que nos meten hasta en la sopa y es incomprensible, como la siguiente parte recitada, las aliteraciones, volvamos a ellas, que pese a tener apariencia dadaísta se concatenan y mencionan sin ambages nuestra época.





Las suelto con el abrigo, que al estar rodeado de público me lo dio una gentil espectadora, una de mis anécdotas favoritas de la jornada. Enfundado con la prenda, por el frío de lo que transmite ese fragmento, disparo la palabra con bala oral hasta el clímax que me lleva, gracias otra vez querida espectadora, al sombrero de Napoleón y a destapar el tarro de las esencias del absurdo con mi bocina y el rictus serio del corso al ritmo de Alicia en el País de las maravillas, Moonriver, un fusilamiento y más hasta 2011 y el cementerio ortográfico. Lector que no has acudido a Loopoesía, lee la crónica y acude a nuestra vera,que de otro modo seguirás sin entender,porque por mucho que describa hasta que no se ve no se comprende qué hacemos.







Y de ahí una ráfaga de quimeras donde se produjo el único desajuste, de dos segundos, del verso. La culpa fue de Juan Carlos, que tardó en aparecer agradeciendo al Quijote algo. Risas. Aceleración. Ya despojado del vestido imperial, otra vez con la americana ladrillo, recité hasta acariciar el punto justo y me dirigí al centro exacto del jardín, con esa escultura chamánica.







Habíamos llegado al ecuador y me tocaba hinchar la guadaña entre riffs harrisonianos y una locura de Horace Silver. Me esforcé, un sudor con humor, con el mecanismo aprendido para que el arma de la muerte adquiriera forma y todos lo contemplaran bien. La alcé y los versos grabados que mencionan la triste banalidad actual del último suspiro tenían una inercia que me llevaba a una danza renacentista, baile de bastones que es de los trozos que menos me gustan, aunque en el Olokuti me sirvieron para pensar, un reto cuando estás tan metido en la conjunción de atmósfera y ejecución de lo concreto, que era una tarde mágica donde las mil maravillas se quedaban cortas para definir el estado que transmitía Loopoesía. Y puede que cuando las luces se apagan termino agotado y resido en un limbo de descarga adrenalínica, algo que no está enfrentado al análisis que hago mientras transcurre el espectáculo. Las sensaciones cuenta, son ya años de rodaje y uno sabe si navega por el cauce justo y deseado.







Y así era. Había tanta energía que empuñé el muñeco de Freud como si fuera el Santo Grial. El poema de la charla entre Freud y Mahler abre la conclusión y enlaza una síntesis de esquizofrenia creativa con la facilidad popular, y la incompetencia periodística, para generar bulos que denostan a personajes anónimos,como Enriqueta Martí. Antes de su aparición estelar recito ese paseo de Leyden, con los dos genios, y es un segmento solemne por la música, tonadilla infantil incluida dentro del verso, y las palabras. Suena la primera, termina el poema con pavor ibérico y nada, me acerqué al pozo y procedí a desnudarme para transforme en Enriqueta Martí con su cetro cadavérico, paseándome enmascarado con la sonrisa del mal, mal condenado que busca resarcirse de su entierro en una fosa común, metáfora ampliada por otros vocablos hasta la reivindicación de la normalidad, de los hombres y mujeres que tejen la tela de la cotidianidad en la eterna rueda. Me preguntó qué sienten los espectadores mientras acaricio la calavera y les incito sin mirarles a que interactúen. Lo hacen, disfrutan y anhelo que piensen, Loopoesía, porque el poemario El Gladiador Silenciado es la base que articula el conjunto, es difícil por aglutinar tantas disciplinas en una unidad. Eso puede confundir y hacer que sea necesario volver para aprehender la idea plenamente. Está todo en el poemario y el espectáculo lo acrecienta.






La Rossa primavera se para, salta Eleanor Rugby y el final es inminente con la proclamación de nombres comunes. Saco la chistera y reparto nombres, que son un barómetro del éxito de asistencia. Este año tenemos buena media de espectadores. Hasta el día del derby tuvimos dignidad en las sillas de la platea. Sin embargo, el día del Olokuti rebasó las expectativas. Agoté las tarjetas con el nomenclátor anónimo entre reverencias,invisibles sonrisas, juegos con un niño al son del final loopeado de Carmina Burana y me aposenté en recobrar mi identidad con la música encajando con lo previsto. La apoteosis terminó y entoné el último poema atendiendo el señal acústico, subir el dedo al cielo y hacer mi saludo de despedida y recibir un aplauso que esta vez fue largo, muy largo, merecido y, sobre todo, emocionante.







Noté durante esa media hora larga una energía que ratificaba lo que preludiaba la semana. Un antes y un después que nos da rienda suelta a imaginar una energía creativa en espacios abiertos, sitios en principio inverosímiles y la constancia de trabajar siempre para mejorar. Nos lo pasamos genial, hicimos que los demás gozaran y al fin y al cabo eso es lo que más cuenta.







Loopoesía es amor.






Fotografías de Ismael Llopis

jueves, 3 de mayo de 2012

Crónica de Loopoesía en el Jardín del Olokuti (I): la antesala







A veces me sorprende pensar cómo uno interioriza un proyecto. Eso puede generar incomprensión por lo que se hace, pero claro, ya son tres años largos de Loopoesía con todas sus versiones y la idea siempre se consolida más, siempre buscando nuevos retos y lugares para que el proyecto madure y crezca.

En 2012 el todo está dando saltos de gigante. Primero fue la decisión de hacer que mi criatura fuera finalmente personal e intransferible. De septiembre a diciembre de 2011 dejé de escribir poesía para prepararme mentalmente para escribir la mejor suite de mi trayectoria. Así salió El gladiador silenciado, que ahora es un libro, complemento perfecto para el show, sobre todo para aquellos que desean entender el conjunto, que produzco al 100% desde los versos, que articulan lo teatral, las mezclas musicales y las proyecciones.






El segundo paso importante ha sido encontrar unos aliados más que maravillosos. Daniel Ramos y toda la gente que configura Versos&Reversos creen en el proyecto, y me lo demuestran cada día, bien sea por la magnífica edición del libro, bien por las ganas y la química que hemos creado para innovar y que las cosas salgan bien. Así pues, en realidad no estoy solo.

De esta unión nació la idea, pionera porque dará paso a retos más ambiciosos, de montar un show en el Jardín del Olokuti. Desde 2012, salvo contadas excepciones, Loopoesía no actuará más en lugares pequeños y buscará siempre más espacios que compartan la energía del espectáculo. En este sentido recuerdo que hace años tomé té en el jardín que el viernes contempló una de las mejores actuaciones de esta historia que con el tiempo tiene ya páginas importantes que sólo el paso del calendario valorará en su justa medida. Una de las mejores sí, y quizá la más trascendente porque abre una senda futura que abrazo con mucha fuerza.






El hecho de actuar al aire libre ya marcaba una diferencia de peso. En julio de 2010 actuamos en un frontón y el recuerdo es surrealista. Fue el día de la gente entrando en el escenario, imágenes mastodónticas y una oscuridad que hizo que nos concentráramos en la función sin pensar en el público. Energía pura de Neill, Laura y yo.


En 2012 la situación, insisto, ha cambiado. Con Dani visitamos el lugar del crimen en un par de ocasiones, insuficientes para darnos cuenta de sus misterios. Hablamos con los dueños, hicimos una pequeña prueba de sonido y luego comentamos la jugada. Sin embargo, lo más importante radica en lo mental, tanto cuando se actúa como cuando se prepara lo que vendrá.


Por ese mismo motivo las horas previas al Loopoesía del viernes fueron una constante descarga de emociones que sólo se solventarían cuando pulsara el play y diera rienda suelta a la propuesta de un 27 de abril que siempre recordaré. Y empezó a las seis de la tarde, cuando mi miedo no se centraba en la ausencia de público, vinieron más de setenta personas, sino en los aspectos técnicos y meteorológicos. Durante toda la jornada recé a la nada y consulté las mejores páginas para saber si la lluvia nos visitaría. La respuesta al 99% era negativa, pero uno no lo cree hasta que no lo ve, y así la espera se hizo eterna desde la ventana de mi casa hasta el instante en que cogí el metro en dirección a Joanic para comprar monedas de chocolate para regalarlas al público, no por capricho, nada lo es en la estructura, sino porque los mismo versos viran en la dirección económica antes de llegar al lenguaje incomprensible con el que nos bombardean desde que la crisis traspasa la mera frontera de bolsas y primas de riesgo.







En fin, llegué al jardín y los problemas fueron solucionándose. Queríamos proyectar las imágenes en un muro. Fue imposible por el viento, por lo que optamos por colocar la pantalla cerca de un árbol para que Eolo no hiciera de las suyas y funcionó. El siguiente dolor de cabeza era ubicar los Gadget loopoéticos. La disposición del patio complicaba la cosa por culpa de una palmera que podía tapar la vista a parte de los espectadores. No pasó nada. La silla con el piano, las maracas y el casco de gladiador en un lateral permitió obtener un ángulo perfecto que no obstaculizaba el seguimiento del espectáculo. El resto de elementos fueron distribuidos en función de lo disponible, como siempre pasa con Loopoesía, que se adapta siempre a lo que tiene y por eso es un proyecto que puede realizarse hasta en un metro cuadrado, ya que con inventiva y voluntad de sacar adelante las cosas nada es utópico.


El miedo tenía nombre de sonido y vecinos, que luego resultaron ser entusiastas, como demostró la chica que aplaudía enloquecida desde el balcón de su hogar. Lo de micros y música costó más, pero tras consultar con un negocio del barrio y hacer algunos ajustes solventamos la papeleta y la mezcla y mi voz se oyeron en idóneas condiciones y las dudas se desvanecieron.







Si cuento la preparación es porque el día, la fecha y la hora estaban programados en mi conciencia como un triunvirato de lo excepcional. Pocas veces he sentido tanto la inminencia de una vuelta de tuerca. La presentí en agosto de 2009 en el Elèctric, cuando de los meses iniciales de experimentación alcanzamos un rumbo concreto. La intuí en octubre de 2010 en el Macondo con Laura con un show que nos resucitó totalmente. La constaté a lo grande con la misa de noviembre del mismo año, y aún lamento que sólo tengamos fotos del evento, enorme, mítico, y la propulsé en mayo de 2011 en Madrid con el negro de Banyoles. Todas esas citas fueron giros radicales, impulsos de confirmación. El 27 de abril tenía que ir más allá, y lo consiguió. Nada volverá a ser como antes.







Loopoesía es amor

jueves, 26 de abril de 2012

Viernes 27 de abril, 19H 30 minutos, Loopoesía en el jardín del Olokuti







Loopoesia+firmas de El gladiador silenciado en el Jardín del Olokuti

Viernes 27 de abril, 19h 30 minutos

Olokuti

C/ Asturies 38 (Metro Fontana)

Entrada gratuita



Qué hace un gladiador en un confesionario en medio de un desierto? ¿Puede un hombre ser Mary Poppins? ¿Existen los cementerios de peluches?...

“Loopoesía es amor y una experiencia única e inolvidable que dejará sin duda una huella imborrable en vuestros corazones, estimulará vuestras neuronas y revolucionará vuestras conciencias.

El polifacético poeta Jordi Corominas i Julián presentará su poemario El gladiador silenciado y nos transportará a través de su impactante performance loopoética".



ada año Loopoesía se reinventa con el fin de seguir acercando la poesía a la gente con propuestas frescas e innovadoras que rompen todos los tópicos de solemnidad que rodean a este género.

En su cuarta edición, este proyecto nos propone un viaje sorprendente y alucinante con un genial maestro de ceremonias, Jordi Corominas i Julián, autor del poemario que constituye el eje y argumento de una performance que reúne música, proyecciones audiovisuales, declamación, teatro, y en definitiva una puesta en escena muy atractiva que nos permite entender mejor y adentrarnos más profundamente en su concepción poéticoexperimental, original y rompedora




Esta iniciativa acaba de ver la luz en formato papel
El gladiador silenciado – Loopoesía 2012, Ed. Versos & Reversos, Barcelona, Abril 2012 y que ha pasado por diferentes escenarios de la geografía española llega ahora a Olokuti el día 27 de Abril a las 19.30h.

¡Será una hora mágica! ¡Reservad un hueco en vuestra agenda y dejaros transportar hacia lo imprevisto!

Jordi Corominas i Julián (Barcelona, 1979) es escritor y crítico literario. Licenciado en Humanidades por la Universidad Pompeu Fabra, desarrolla su actividad crítica coeditando el portal www.panfletocalidoscopio.com y colabora en diversos medios de comunicación entre los que destaca RNE. Fruto de sus amplias inquietudes literarias ha cultivado diversos géneros como la novela, la poesía y el ensayo, y es integrante y fundador del proyecto poético-experimental Loopoesía.Ha publicado dos novelas en catalán Una dona que sap jugar amb els peus (Abadia Editors,2005) y Colors (Abadia Editors, 2008), una biografía histórica en italiano Macrina la Madre (Jaca Book, 2005) y el poemario Paseos simultáneos (Ediciones Vitruvio, 2010). Asimismo, en 2009, coeditó la antología Matar en Barcelona (Alpha Decay), en 2011 publicó Loopoesía(s) (Descrito Ediciones) y el cuento John Wayne (Sigueleyendo). En 2012 además de El gladiador silenciado publicará el libro de relatos José García (Barataria Ediciones) y el poemario Oceanografías (Ediciones Vitruvio).






Loopoesía es amor

jueves, 19 de abril de 2012

El Gladiador Silenciado, poemario loopoético de 2012






Editado en Versos&Reversos


Jordi Corominas vuelve a la carga con la publicación de El gladiador silenciado, texto poético que constituye el eje y argumento de su espectáculo poético-experimental Loopoesía 2012, que llega a su cuarta edición renovado, lleno de fuerza y de frescura. Música, Proyecciones audiovisuales, Teatro, Declamación, son los principales ingredientes de este show sorprendente y delirante, vivaz y arriesgado, que invita inexorablemente a la reflexión y que rebasa en lo escénico la frontera de lo estrictamente convencional, de lo esencialmente poético, para situarse en un nuevo espacio de experimentación donde el propio Corominas ejerce de flamante maestro de ceremonias. Gladiadores, confesionarios, coliseos, soldaditos de plomo, dinero, deseos, Mary Poppins, Napoleón, Lewis Carroll, Freud, Enriqueta Martí, el Titanic. Todo ello, elementos que entretejen una multiplicidad de colores y texturas, un todo armónico y caótico a partes iguales, un todo inconcebible sin cada una de sus piezas, pero cada parte una entidad orgánica en sí misma.
Una propuesta radical y perspicaz que pretende acercar la poesía al público sin la solemnidad que la abotarga.

Páginas: 60
Tamaño: 17 x 10,5 cm
ISBN: 978-84-615-8312-6
Precio: 8,00 €



Loopoesía es amor

Sábado 21, 19h, Loopoesia 2012 en Fnac Diagonal Mar







Hará cosa de un mes, tras lo bien que resultó la performance en Fnac Castellana de Madrid, su centro en Diagonal Mar nos contactó para montar un acto potente en el fin de semana previo a Sant Jordi. Aceptamos y se celebrará el sábado 21 de abril a las 19 horas.


Justo una antes del Barça-Madrid, lo que malas vibraciones que, esperamos,no se cumplan. Será una tarde especial donde presentaré, pues suyos son los versos que estructuran el show, mi poemario El gladiador silenciado.

Así pues os esperamos entre Loopoesía, gladiadores y firmas en


Sábado 21 de abril, 19h horas

Loopoesia 2012+firmas del poemario El gladiador silenciado

Fnac Diagonal Mar

Diagonal,3 Metro Maresme i Fòrum










Aquí tenéis el resto de la agenda Loopoética de abruil y mayo


21 Abril – Fnac Diagonal Mar (Barcelona) – 19:00 h – Avda Diagonal, 3 (C.Cial. Diagonal Mar) – Barcelona

23 Abril – Firma de libros Sant Jordi 2012 (Barcelona) – En el stand de Versos & Reversos – Ubicación por confirmar

27 Abril – Olokuti (Barcelona) – 19:30 h – C/d’Astúries, 38 – Barcelona

16 de mayo- Lletraferit (Barcelona)- 19:00- C/Joaquín Costa 43 - Barcelona

18 Mayo – Fnac Callao (Madrid) – 19:30 h – C/Preciados 28 – Madrid

26 de mayo- Castells de la Muntanya (Barcelona)- 20h- Carrer de Grau i Torras, 14- Barcelona




Loopoesía es amor

martes, 6 de marzo de 2012

Viernes 9 de marzo, 21h30 minutos, Tercer aniversario de Loopoesía en Inusual Project



Loopoesía celebra su tercer cumpleaños en un sitio habitual del proyecto, Inusual Project. Para ello el show del viernes 9 de marzo será a la grande, y contará con la presencia de los siguientes grupos




Habana con Kola http://www.habanaconkola.com/


Wesphere http://soundcloud.com/wesphere


y Loopoesía 2012



El precio es de 4 euros por tres grupos



Tercer aniversario de Loopoesía

Viernes 9 de marzo, puertas abiertas 21, 30 minutos

Inusual Project

Calle de la Paloma 5 ( Raval)




Loopoesía es amor

jueves, 23 de febrero de 2012

Viernes 24 de febrero, 19h, Loopoesía 2012 en Fnac Castellana





Loopoesía 2012

Viernes 24 de febrero, 19 horas

Fnac Castellana

Paseo de la Castellana 79 (Metro Nuevos Ministerios)

Madrid







Cada año Loopoesía se renueva con intención de seguir acercando los versos a la gente. En su cuarta transformación el proyecto apuesta por proponernos un viaje alucinante dirigido por Jordi Corominas i Julián, autor del poemario que articula una perfomance donde además mezcla música, construye proyecciones audiovisuales y elabora una escenografía que permita al público entender mejor su propuesta, única en el panorama nacional y hasta fuera de nuestras fronteras.

¿Qué hace un gladiador en un confesionario en medio de un desierto?

¿Puede un hombre ser Mary Poppins? ¿Existen cementerios de peluches?

¿Se pueden pedir besos a desconocidos? Las luces no se apagarán cuando termine el espectáculo, seguirán en vuestra mente. Loopoesía es amor y una experiencia que no cancela su impronta, permanece en el cerebro, obliga a pensar y dispara balas a nuestras conciencias.

Esta propuesta, que también ha visto la luz en forma de e-book en 2011, pasó por Fnac Callao en mayo de 2011 y ahora aterriza en Castellana el viernes 24 de febrero a las siete de la tarde. Será una hora bruja. Reservad cita, dejaros transportar y lo imprevisto acudirá a vosotros y os sacudirá desmintiendo lo solemne de la poesía y creer en la posibilidad de renovarse sin morir.



Loopoesía es amor

Viernes 24 de febrero, 19h, Loopoesía 2012 en Fnac Castellana





Loopoesía 2012

Viernes 24 de febrero, 19 horas

Fnac Castellana

Paseo de la Castellana 79 (Metro Nuevos Ministerios)

Madrid







Cada año Loopoesía se renueva con intención de seguir acercando los versos a la gente. En su cuarta transformación el proyecto apuesta por proponernos un viaje alucinante dirigido por Jordi Corominas i Julián, autor del poemario que articula una perfomance donde además mezcla música, construye proyecciones audiovisuales y elabora una escenografía que permita al público entender mejor su propuesta, única en el panorama nacional y hasta fuera de nuestras fronteras.

¿Qué hace un gladiador en un confesionario en medio de un desierto?

¿Puede un hombre ser Mary Poppins? ¿Existen cementerios de peluches?

¿Se pueden pedir besos a desconocidos? Las luces no se apagarán cuando termine el espectáculo, seguirán en vuestra mente. Loopoesía es amor y una experiencia que no cancela su impronta, permanece en el cerebro, obliga a pensar y dispara balas a nuestras conciencias.

Esta propuesta, que también ha visto la luz en forma de e-book en 2011, pasó por Fnac Callao en mayo de 2011 y ahora aterriza en Castellana el viernes 24 de febrero a las siete de la tarde. Será una hora bruja. Reservad cita, dejaros transportar y lo imprevisto acudirá a vosotros y os sacudirá desmintiendo lo solemne de la poesía y creer en la posibilidad de renovarse sin morir.



Loopoesía es amor

miércoles, 15 de febrero de 2012

Crónica del debut de Loopoesía en el Llantiol, lunes 13 de febrero de 2012






Cada año Loopoesía ofrece cambios que son evolución de la propuesta inicial que presentamos en el ya lejano 2009. Las campanadas de nochevieja sin patriarca suponen para servidor el despertar de un letargo que conduce a un sitio muy concreto. De septiembre de 2011 a enero de 2012 dejé de escribir poesía porque notaba, en una repetición otoñal en el camino hacia la nueva Loopoesía, la llegada de ideas que perfilarían el camino para darle la fuerza necesaria del verso al todo, de la parte más importante, la suite que articula el espectáculo, a música, proyecciones, escenografías y movimientos.

Antes de ese parón medité algunos posibles temas. Enriqueta Martí tuvo durante cierto tiempo muchos números para ser la protagonista absoluta, pero deseché la posibilidad porque empecé a interesarme por el extraño psicoanálisis del paseo de Leyden entre Sigmund Freud y Gustav Mahler. La charla entre ambos genios acaeció en 1910, y poco después la falsa vampira del Raval, mala aunque vilipendiada en exceso por mera rumorología, secuestró a Teresita Guitart. Me gustaban las dos historias y opté por juntarlas a partir de otro enlace puente. Creí tener el argumento.







Y era lícito pensarlo. Sin embargo, luego llegó otra imagen más potente que dio sentido a mi búsqueda. Un gladiador en un confesionario en medio del desierto. Un hombre abandonado en la inmensa soledad donde nadie escucha sus súplicas. Un ídolo caído con la virtud de ver más allá de la rejilla y contarnos una serie de hechos que se conectan con naturalidad entre sí. Escribí, conjugué y terminé la suite a mediados de enero. La música salió sola en su intención de no ser sólo una melodía. Los versos, repito, siempre son el motor que activa las otras piezas, y la música, así como las proyecciones, sirven para entender lo que transmite el poemario, que saldrá en abril y se titulará el gladiador silenciado.


Escasos días antes de la presentación en el Llantiol cuadré mi particular circulo con las proyecciones. El show de este año es veintiún minutos más cortos que el de 2011 porque actúo solo, y eso exige cuadrar mucho mejor la mezcla multidisciplinar que propongo. Medité mucho sobre los fotogramas a elegir, y al final resultó que suman doscientos más que en el anterior montaje porque están más sincronizadas con la voz grabada y los loops que la sobrevuelan.
Otra importante novedad de Loopoesía 2012 radica en que se alternan poemas registrados y en directo. Probé el experimento en noviembre y funcionó, entre otras cosas porque ayuda a comprender los enlaces entre cada fragmento, algo que asimismo queda más consolidado con mis movimientos en escena, más minimalistas tanto por los objetos como por mi interpretación.







Dicho esto quizá convenga resumir lo que fue el estreno en el teatre Llantiol, un clásico que nos recibió de manera estupenda, facilitándome mucho el trabajo previo por su buen criterio técnico y organizativo. Ojalá vuelva a su platea, me encantó, y desde ella tracé la base para lo que viene, un decálogo de sensaciones, aciertos y errores de una experiencia que me hizo recordar lo bien que está uno al terminar y percibir el cuerpo agitado, la mente en blanco y las venas cargadas de flashes de intensidad, pausa y una energía que tras treinta y seis minutos en el teatro equivalentes a tres horas de actividad cerebral normal nada hacia la calma de meditar lo transcurrido.






Preparar, respirar: Debía actuar junto a otro grupo que causó baja a ultimísima hora. Fantástico. Pude familiarizarme con el lugar, imaginar la actuación en el escenario y relajarme un poco. Estaba de los nervios, y me gustaba, me confería seguridad y tensión que almacené hasta que me presentaron, se apagaron las luces y el todo hilvanó su partitura. Imágenes de desiertos, gladiadores y confesionarios. Música amenazante, tenebrosa. La platea vacía, sólo los elementos y el público observando. Una nota de piano me incitó a salir con mi casco romano y unos ojos extraviados, de lunático puro y duro. Accedí a la silla, cogí mi piano naranja, y poseído hice sonar esas teclas infantiles, hierático y atento a escuchar la voz del primer poema. Continué con lo mío, sintonicé mi radio de pasos a dar a lo largo del show y me levanté agitando mis maracas del Coliseo muy animado y hasta con ritmo, bailando hasta que sonó una batería, brotaron silbidos de los cincuenta y tomé el cetro de otra identidad sin casco y con mis pupilas de toda la vida. Así,con la chaqueta naranja y el negro cubriéndome, procedí al abrazo con el micro, listo para recitar la invasión babilónica de los soldaditos de plomo.


El micrófono: Fue más un enemigo que un amigo, y lo supe desde que cruzamos miradas. Estaba viejo y no tenía ni la mitad de clase que el resto del teatro. Se paró en dos ocasiones, pero como había ensayado el recitado en vivo con mil tonos y variaciones no hubo problema, marqué los tiempos, cuadré el recitado con las imágenes y sus engarces musicales y sólo me trabé en una parte repleta de aliteraciones, pero fue un lapsus que dio pie a inventar trabalenguas y otras tretas de fontanero.







Yo y los objetos del escenario: Un abrigo, paraguas, un gorro de Napoleón, los soldaditos, un extravagante plástico destinado a la metamorfosis, pianos, maracas, un muñeco de Freud, ropas ocultas, monedas en mis bolsillos, pócimas policromas. Debía, nunca mejor dicho, interactuar con tal marabunta y sacarme el carné de metrónomo. Mientras actuaba tuve en algún momento la sensación de que el reloj se comería mi plan, pero no fue así, y además todos los chismes permanecieron firmes en el escenario, ninguno voló por los aires y…


Volar: ¡Mentira! Sí,uno voló, el paraguas que lleva a un hombre, que de repente ha adquirido poderes made in Mary Poppins, para viajar al delirio de la verdad. Cerré la umbrella, descubrí el nuevo mundo y Liza Minelli me susurró al oído un golpe de efecto. Tira las monedas. Money, money. Loopoesía es el único show del mundo donde el público recibe dinero por asistir, y comestible. Tanta moneda indica algo, la proyección deriva en unos conocidos trajeados y con corbata, entra frío, me pongo el abrigo, recito las aliteraciones y corro, corro hacia el gorro napoleónico que pulsa el botón de play para otra sorpresa sonora clamando aparecer. Moc Moc.







La era de las metamorfosis lógicas: Gladiador, supercalifragilísticoespialidoso, Napoleón y…rumbo al terror. Los deseos recitados cerraron el primer segmento del show y procedí a llenar de aire el elemento más característico de doña muerte. No triunfé en exceso, el plástico tardo en adquirir forma y asustar en su advertencia de lo venidero. Sombras chinas en las pantallas, bailes renacentistas y referencias contemporáneas. Mahler en la sinfonía, Sigmund en mis manos. Eros, Tanatos. Comentarios andaluces y terminar siendo Enriqueta Martí en una transición hacia su habitáculo de la Calle Poniente 29.







Enriqueta: Supone un mínimo retorno a la máscara y el travestismo de calavera y magia negra con un significado que la apariencia estética no muestra. Puedo actuar, moverme y todo, pero si no se escuchan los versos el resto del conjunto es baldío. Manipulé venenos y recetas en mi rinconcito de las pócimas, pasee saludando al respetable en mi mítica feminidad y bueno, lo confieso, no me puse bien ni el chal ni el pañuelo, no volverá a ocurrir, y levanté el puño en la antesala dla apoteosis de los anónimos, preludio del punto y final donde vuelvo a ser Jordi, hago la habitual reverencia y dejo que los aplausos esbocen su sonrisa.

Bragas: Sí, dos entusiastas completaron la platea con treinta y dos bragas del chino, eso es espíritu loopoético y lo demás son tonterías.






Feliz estupor: El que proporciona comprobar con posterioridad a lo acontecido que el debut fue a las mil maravillas. Las partes encajaron con mucha naturalidad, la sincronización de toda la secuencia fue precisa y los comentarios de la gente indicaban que el espectáculo pasó rápido, se hizo corto y gustó. La primera vez pierdes la virginidad, en la segunda sólo puedes mejorar, y por eso auguro que la próxima Loopoesía, el viernes 24 de febrero en Fnac Castellana de Madrid, será, simplemente, espectacular. Lo sé.

Loopoesía es amor